Los tipos de férulas dentales más comunes para tratar problemas de bruxismo son las fabricadas con resina. Este material es muy duro y consigue evitar que el paciente las ‘mastique’, con lo que se frena el hábito de apretar los dientes durante la noche.

Existen otro tipo de férulas, fabricadas con un material más blando, para los pacientes que no se adaptan a su uso. Estas se conocen como férulas de descarga semirrígidas, más cómodas de usar pero que no son tan útiles a la hora de tratar problemas de bruxismo o rechinamiento.

Cada paciente es diferente, por eso, no podemos estimar un precio base para este tipo de tratamientos. En su lugar, te ofrecemos la primera consulta gratuita para que vengas a conocernos y podamos ofrecerte un plan de tratamiento a tu medida.

El tratamiento con férulas dentales está indicado tanto para pacientes adultos como para niños. El método de uso es el mismo, ya que estas férulas están diseñadas a medida para adaptarse al máximo a la boca del paciente.

Las férulas dentales forman parte de un tratamiento odontológico y, por lo tanto, deben ser prescritas por una clínica profesional. En ningún caso se deben usar tratamientos caseros o férulas compradas en farmacia o por internet, ya que no estarán fabricadas a medida y no serán efectivas para tratar problemas de bruxismo o rechinamiento.

Las férulas dentales no requieren de grandes cuidados para que se mantengan en buen estado. Basta con lavarlas con agua y un jabón neutro después de su uso y guardarlas dentro de su funda para evitar su deterioro.